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Conoce un modelo práctico de 5 pasos para convertir la gobernanza de la información en una ventaja competitiva: integra el cumplimiento, fortalece la gestión de riesgos, acelera la innovación con datos de calidad y escala capacidades hasta governance by design.
El sector de servicios financieros genera volúmenes inmensos de datos cada día —desde transacciones y siniestros hasta interacciones digitales—. Sin un enfoque estratégico de gobernanza de la información, esos datos dejan de ser un activo y se vuelven un pasivo.
Fundadas en la confianza, las industrias de finanzas y seguros enfrentan una presión creciente para mantenerla: proteger los datos y, al mismo tiempo, aprovechar su valor.
Como respuesta, las empresas transforman su stewardship de datos y tratan la gobernanza de la información como un imperativo de negocio. Las apuestas son altas. Sin una gobernanza sólida, las organizaciones se exponen a sanciones regulatorias, daños reputacionales y pérdida de ventaja competitiva.
Las instituciones financieras operan en ecosistemas complejos. Los datos provienen de múltiples fuentes: transacciones de clientes, fuentes de mercado, informes regulatorios, interacciones en redes sociales, dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) y alianzas con terceros. Esta explosión de datos genera desafíos significativos.
Piensa en un banco grande que procesa millones de transacciones diarias. Debe capturar, almacenar, analizar y retener terabytes de datos estructurados y no estructurados, cumpliendo requisitos regulatorios en distintas jurisdicciones. El costo de gestionar mal los datos sigue en aumento.
La información atrapada en sistemas departamentales impide la visibilidad empresarial y limita la toma de decisiones. Sin acceso confiable a datos precisos, las organizaciones no logran impulsar analítica de negocio, implementaciones de IA y otras iniciativas.
Los sistemas legados —algunos con décadas de antigüedad— no siempre se integran con plataformas modernas, lo que crea brechas en el linaje de datos y problemas de calidad. Además, se necesita capacitar al personal y extender el control de datos colaborativo en toda la organización. Las brechas de habilidades blandas dificultan la adopción de nuevas herramientas y prácticas; la falta de alineación frena la colaboración y la custodia de datos a escala.
Con tanto volumen y una gobernanza insuficiente, las organizaciones no responden preguntas básicas: ¿Dónde residen nuestros datos? ¿Quién tiene acceso? ¿Qué tan precisos son? ¿Durante cuánto tiempo deben retenerse?
Existe, sin embargo, un camino de transformación para el sector financiero que responde estas preguntas y entrega valor de negocio concreto.
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